por Murphy | Oct 25, 2012 | Relatos
Nunca se me dio bien vivir sin ruido, el ruido de las tazas del desayuno, el del metro camino de la facultad, el del teléfono que no para de sonar, ruido de cubiertos y de gente hablando de otra gente, ruido de coches, ruido de puertas, ruido de televisión encendida...