…quiero tenerte cerca para verte mejor.

Cuenta la leyenda, que cuando aún no levantaba dos palmos del suelo, me llevaron al cine a darme una lección sobre la crueldad de la vida. La película elegida por mis padres fue Bambi. Por toda la ciudad se fue propagando el rumor de que lloré tanto que tuvieron que sacarme de la sala para que los asistentes no se lanzaran a cazar a mis progenitores.

El tiempo paso y se me olvidó pensar en los ciervos. Hasta que apareció él. Tan blanco. Tan cerámico. Tan cornudo. Tan Bambi. Desde entonces, esa niña del cine me grita para que le traiga a casa, le cuide y le ponga flores como cornamenta.

Oh Bambi! Si yo ahorrara y tu quisieras ser mi mascota te pondría encima del televisor para suplir mi carencia de muñeca sevillana.

*Oh my deer! Male de Guille García-Hoz

Pssst!! No son cookies de chocolate, pero tampoco hacen daño ni provocan caries, hazme caso, ¿vale?    Más información
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