Oigo esta frase una y otra vez, durante todo el día. No hay telediario, tertuliano, corresponsal, o periódico que no la recoja y yo, como si de un mantra se tratase, me la repito en voz alta: por un puñado de votos…

Por un puñado de votos algunos estarían dispuestos a lo que fuese; por un puñado de votos se miente, se difama o se insulta. Por un puñado de votos se convence, se asusta, se confunde o se huye. Por un puñado de votos que no son muchos, solo un puñado, el rumbo de un país puede cambiar, puede ser radicalmente contrario a lo que era o seguir en la fina línea que le separa de un puñado de votos.

Parece que eso es lo que va a decidir el futuro de un país, y tratándose del país del que se trata, el futuro del mundo entero.

Es tres de Noviembre de 2020, día elegido para las elecciones de EE.UU, en medio de una pandemia global y con un hombre más distópico que la situación mundial, amenazando con aguantar cuatro años más al frente de una nave que nunca ha sabido como pilotar.

No sé muy bien en qué consisten las elecciones estadounidenses, solo de oír el censo electoral se me vuela la cabeza y me parece más que una proeza contar y recontar los votos en cualquier unidad de tiempo que no sean años, aun así son elecciones y parece que históricas. La televisión lleva días haciendo reportajes, sondeos, preparando conexiones y mandando enviados especiales al otro lado del charco para mantenernos informados a cada minuto.

Esta siendo una semana intensa y todo por un puñado de votos, que visto así, no parece que tenga mucha relevancia, ahora bien, si eres candidato a la presidencia de EE.UU y la cosa está más ajustada que una faja, todo cambia y el puñado de votos pasa a ser como cuando pides el VAR porque vas perdiendo por uno o como cuando te la juegas con el balón sobre la bocina desde el centro del campo en la final del mundial de baloncesto , o como cuando estas con tu amiga en la barra del bar y desde el centro de la pista un chico guiña un ojo y al acercarse hacia las dos rezas para que se desvíe hacia ti, o como cuando mirabas las listas de notas en la facultad y esperabas ser uno de los 2 aprobados de clase.

Por un puñado de votos… me lo vuelvo a repetir en voz alta, pero esta vez ya no como un mantra sino como una certeza, la única que tenemos en estos momentos. Porque un puñado de votos puede ser, de hecho lo es, lo mas importante que te puede pasar.

Texto y foto: Esther Rija
Pssst!! No son cookies de chocolate, pero tampoco hacen daño ni provocan caries, hazme caso, ¿vale?    Más información
Privacidad